martes, 13 de diciembre de 2011

ABRE TU BOCA Y COME

"Abre tu boca y come lo que yo te doy"
Que nos da Dios de comer y de beber.

Dijo el Señor a Ezequiel: 
"abre tu boca, y come lo que yo te doy"... Ez. 2:8

Si Dios es Espíritu, su alimento es espiritual. ¿Cómo? a través de Su Palabra que nos edifica y fortalece, es el alimento que sacia nuestra alma en todo momento, que nos levanta cuando nos encontramos en tribulaciones, que nos orienta, que nos guía.  En su palabra Dios habla a cada uno de nosotros cara a cara.  Ezequiel se comió aquel rollo del libro que se encontraba escrito por delante y  por detrás, dónde estaban escritas en él endechas, lamentaciones y ayes....

"y fue en mi boca dulce como la miel" 
Así es la palabra del Señor para todo aquel que se entrega a Él, por más amarga que sea la situación que estemos enfrentando, en Su Palabra siempre lo encontraremos con una respuesta para salir y seguir adelante. 

También dijo Él Señor a Ezequiel: Alimenta tu vientre y llena tus entrañas de este rollo que yo te doy...  ¿por qué lo mando a "llenar su vientre"?, porque   solo llenos de Su Palabra y de Su Espíritu, resistiremos ante las tribulaciones y tentaciones. Que grandioso es Dios: Ezq. 3:2-4

Una colaboración de
Ana Carolina González

lunes, 5 de diciembre de 2011

¿A DÓNDE ESTABA TOMÁS?

¿A DÓNDE ESTABA TOMÁS?


¿Se recuerdan que  los discípulos por miedo a los judíos estaban todos reunidos a puerta cerrada?, ¿Qué mejor momento para que el Señor se les apareciera verdad?, esta es una de las maravillas de nuestro Señor Jesús, se nos aparece en medio del quebrantamiento cuando aferrados a Él, a Sus promesas y confiando en Su fidelidad esperamos su Salvación. La Palabra de Dios dice así:

“…estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, llegó Jesús y,  puesto en medio,  les dijo: -- ¡Paz  a vosotros!” (Juan 20:9)

Les diré el motivo de la visita de Jesús a sus discípulos: después de haberles llenado de Su Paz, pues dijo: ¡Paz a vosotros!, (Él siempre nos da aquello que necesitamos). Él sopló y los discípulos recibieron el Espíritu Santo, recibieron autoridad, recibieron dones… la pregunta es:

¿A dónde estaba Tomás? El no estuvo presente, no estaba con los discípulos, la Biblia no dice por qué Tomás no estaba allí, pero es lo que sucede cuando no estamos en el lugar adecuado, cuando no estamos con las personas adecuadas, cuando no se concuerda con la dirección dada por el Espíritu Santo.

Hay mucha gente que no está y no lo digo de manera corporal, sé que ustedes entienden. Hay mucha gente por ahí divagando, con intereses nada perdurables, son personas que han quitado su mirada en las cosas del Señor, aunque aparentan ser muy entregadas y serviciales, terminan murmurando y llenando sus corazones de iniquidad.

*Si antes usted al enfermarse se ungía con aceite y oraba fervorosamente porque no aceptaba la enfermedad, y hoy no lo hace con tanta frecuencia.

*Si usted antes utilizaba los elementos sagrados con absoluta certeza de que el milagro acontecería y quizás hoy ya no es igual.

*Si usted antes se paraba muy temprano domingo y se preparaba con oraciones y ayunos para ir a la Casa del Señor pero hoy ya no lo hace más… Entonces usted tampoco ha estado!!

El Espíritu Santo en su amor incondicional le llama en caso de que sea preciso:
“A comenzar de nuevo”

En la Fe!
Ma. Luisa de Ponce