ELLA GOBERNABA, JUZGABA y PROFETIZABA
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Débora y Barac |
Débora es La Juana de Arco del asombroso resurgimiento de Israel, éste había caído repetidas veces en la idolatría, sin embargo, Israel tenía la capacidad de renacer incluso de sus cenizas, porque era parte del plan Divino que se materializa por así decirlo, en Débora de manera perfecta.
Son dos (2) capítulos extremadamente inspiradores (Jueces 4.5:31) estoy segura que su espíritu y mente serán renovados en su totalidad. Voy resumiendo… En una cierta ocasión Débora llama al Jefe del Ejército: Barac, para juntarse unos 10.000 hombres y vencer a Sisara capitán del ejército Cananeo. Débora tenía una estrategia bien armada para vencerlos y apenas instruía a Barac para que regresara con la victoria… pues bien, avancemos hasta aquí:
“Barac le respondió:
--Si tú vas conmigo, yo iré; pero si no vas conmigo, no iré.
Ella dijo:
--Iré contigo; pero no será tuya la gloria de la jornada que emprendes, porque en manos de mujer entregará el Señor a Sisara.”
La capacidad de Débora como estratega militar era más que evidente, tanto así que Barac aceptaba ir solo si ella lo acompañaba. Débora sabía muy bien lo que hacía porque el Espíritu de Dios guiaba sus pasos, el fuego de su Espíritu colaboró en todo momento en ganancia del pueblo de Israel. Acá podemos admirar su fuerza interior:
“¡Marcha, alma mía con poder!” Jueces 5:21
Otra posible traducción RV1995: “¡Tú aplastarás la garganta de los poderosos!”
Sisara pereció en su huída en manos de una mujer, mientras descansaba en su tienda. Débora era poderosa porque la movía el Espíritu del Señor, su entrega y temor eran evidentes, no hay duda, que fue instrumento de salvación al pueblo de Israel en aquel momento. Hoy, Dios elige a alguna mujer u hombre para implantar en ella o él el temor de su Nombre. ¡Qué maravilla!!!
Resumo diciendo lo Vital e Irremplazable que es el Espíritu de Dios, que sería imposible alcanzar cualquier conquista con la fuerza del brazo, es imposible transformar si Él no está presente, si Él no estuviera delante sería improbable avanzar, aunque parezca fácil la salida les aseguro que sin Él los caminos se tornarían torcidos. Cuando escribo “sin Él” no significa quien no esté en la presencia de Dios o que no pertenezca a esa Obra maravillosa No!!!! Sino precisamente para quien “dice” pertenecer al cuerpo de Cristo y sin embargo está lejossss… lejossss… lejossss… de conocer la perfecta e inmaculada voluntad de Dios.
En la Fe!
María Luisa de Ponce